¿Qué son los signos vitales?
En un aspecto clínico se conoce como signos vitales a las expresiones externas que reflejan el funcionamiento interno del cuerpo, es decir, a través de estás muestras se logra evaluar las funciones vitales básicas del ser humano, estos están estandarizados según la edad, sexo y capacidad general de los pacientes para lograr determinar que rango es saludable.
Unos signos vitales en un estado normal demuestran que el paciente se encuentra saludable, sin embargo, una alteración por encima o por debajo de estos signos puede alertar sobre una enfermedad.
¿Cuáles son los signos vitales?
Los signos vitales son:
Frecuencia cardíaca o pulso:
El aspecto esencial y que primero se toma en cuenta cuando un paciente padece un malestar. Se refiere a la velocidad que tienen los latidos del corazón, cualquier alteración en el pulso indica arritmia y puede advertir a los médicos de problemas cardíacos.
Determinar la estabilidad de la frecuencia cardíaca dependerá de la edad, peso, posición del paciente, así como de los medicamentos que toma, etc.
Presión arterial:
También se relaciona con la salud cardiovascular, este signo vital mide la presión de la sangre dentro de las arterias y también advierte de problemas coronarios.
Se mide en dos aspectos, cuando el corazón bombea y cuando está en reposo que sucede entre cada latido.
La presión o tensión arterial debe estar en un estándar medio de 120/80. Por arriba o por debajo puede advertir a los médicos que algo no está bien.
Frecuencia respiratoria:
El ritmo de inhalaciones y exhalaciones también está medido y arroja información sobre la capacidad pulmonar del paciente.
Durante una intervención médica de urgencia y/o cirugías se toma en cuenta este signo vital con el fin de monitorear los avances del paciente.

Temperatura corporal:
Hace referencia a la temperatura interna del cuerpo, cuando esta aumenta se advierten problemas infecciosos o de cualquier otro tipo.
Los signos vitales pediátricos
En los bebés y niños los signos vitales tienen valores diferentes debido a los procesos internos del cuerpo en esa etapa. Por ejemplo.
Frecuencia cardíaca:
Los bebés pueden tener 140 latidos por minuto, mientras que los niños más grandes tienen un promedio de 70 u 80 latidos por minuto.
Temperatura corporal:
Al igual que los adultos esta debe oscilar entre los 36 y 37 grados centígrados.
Frecuencia respiratoria:
Durante la infancia el ritmo puede ser de 24 a 40 respiraciones por minuto, a medida que el niño crece puede disminuir el ritmo hasta los 18 y 30 respiraciones por minuto.
Los signos vitales normales en un adulto
La lectura de los signos vitales debería estar en los siguientes rangos para que se consideren normales:
Pulso: 60 - 100 latidos por minuto.
Presión arterial: 90/60 - 120/80
Respiración: Entre 12 y 18 respiraciones por minuto.
Temperatura corporal: Entre 36.5 - 37.5 grados centígrados.

¿Cómo verificar los signos vitales?
Es recomendable contar con los instrumentos de medición para contar con una lectura honesta y eficiente. Si no conoce como utilizarlos y presiente que algo esta fuera de lo normal acuda a un centro de atención médica o comuníquese con su servicio de urgencias.
Para medir la temperatura corporal necesita un termómetro, el cual puede ser de uso oral, axial o anal. En el caso del pulso, puede utilizar un cronómetro de 60 segundos y contar los latidos del corazón durante ese lapso. Anotar el resultado en algún lugar para no olvidarlo.
La presión arterial es medida con un equipo conocido como tensiómetro, puede ser aneroide o digital siendo el último es más sencillo de utilizar ya que emite resultados claros, mientras que el tensiómetro aneroide emite el resultado en un reloj de aguja que debe saber leerse.
Por otra parte, la respiración puede medirse al igual que el pulso, con la ayuda de un cronómetro se presta atención al pecho o abdomen del paciente mientras está en reposo y se registra el número para no olvidarlo.
¿Qué hacer si no se detectan los signos vitales?
No detectar signos vitales es una señal grave, quiere decir que el paciente está en grave peligro de perder la vida, es necesario tomar acciones inmediatas para salvar la vida.
Llama a un servicio de urgencias medicas que pueda prestar atención prehospitalaria inmediata así como un traslado veloz al hospital o centro médico. Si se tiene conocimiento de la reanimación cardiopulmonar se puede ayudar al paciente mientras se espera a la ambulancia con compresiones y respiración asistida.